Los K9 son perros entrenados especialmente para tareas de seguridad, búsqueda, rescate, detección de sustancias y protección. Su nombre viene de la palabra en inglés canine (canino), y se pronuncia como “kay-nine”.
Un binomio canino es el equipo formado por un K9 y su manejador (el humano que lo entrena y trabaja con él). Ambos se preparan juntos para actuar en situaciones reales, confiando el uno en el otro.
Este tipo de entrenamiento es clave en seguridad profesional, porque los perros tienen habilidades únicas para detectar peligro, rastrear personas o sustancias, y actuar con rapidez y precisión.